La Paz es el camino

 

La idea de un español para recordar a Gandhi se convirtió en el Día Escolar de la Paz

 

 

“No hay camino para la paz, la paz es el camino”. Esta frase que es, probablemente, la más conocida de las que pronunció Mahatma Gandhi a lo largo de su vida, encierra la filosofía que está detrás de la celebración, cada 30 de enero, del Día Escolar de la Paz y la No Violencia, una idea nacida en España que la UNESCO convierte en internacional en 1993. 

Mahatma Gandhi, nacido como Mohandas Karamchand Gandhi el 2 de octubre de 1869 en Porbandar, India, morirá un 30 de enero de 1948 en Nueva Delhi a manos de un extremista hindú. Gandhi está considerado uno de los líderes más influyentes del siglo XX, conocido por su papel crucial en la lucha por la independencia de la India del Imperio Británico mediante la no violencia y la desobediencia civil.

Gandhi, hijo del primer ministro de Porbandar fue enseguida influenciado por su madre, cuarta esposa de su padre, que le inculcó los valores del vegetarianismo, el no maltrato a los animales, el ayuno y la tolerancia con los credos religiosos. Nacido en una familia de la casta  Vaishyas, Gandhi fue un pésimo estudiante hasta que se le presentó la oportunidad de marcharse a Inglaterra, donde estudió derecho en el University College de Londres.

Tras regresar a la India intentó ejercer como abogado en Bombay, pero un altercado con un oficial británico le llevó a aceptar un contrato con una compañía india que trabajaba en Sudáfrica. Allí descubrirá, y sufrirá en sus propias carnes el régimen del Apartheid. Al poco de llegar al país será expulsado de un tren, golpeado en una diligencia, y se le negará alojamiento en varios hoteles debido a su raza.

Cuando estaba a punto de terminar su estancia en el país, Gandhi tiene conocimiento de que el Gobierno de Natal, la ciudad donde había vivido, estaba preparando una ley para prohibir el derecho al voto a los indios, lo que le hace cambiar de planes. Gandhi se queda en Sudáfrica, iniciando una protesta.

Gandhi no conseguirá evitar que se apruebe la ley, pero su puesta en marcha le ayudará a fundar el Partido Indio del Congreso de Natal. En 1894, y tras un breve periodo en la India para llevarse a su familia, regresa a Sudáfrica y lo hace para tomar parte en la guerra de los Boer, algo que por cierto no mejoró la situación de los indios en Sudáfrica.

 


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En 1906 el nuevo Gobierno Boer promulga una ley que obligaba a los indios a registrarse. La protesta de la comunidad fue casi instantánea, y es aquí donde Gandhi estrena su filosofía del Satyagraha basada en la no violencia y la resistencia pacífica.

El Satyagraha combina dos palabras sánscritas: "Satya" (verdad) y "Agraha" (insistencia o firmeza). La filosofía del Satyagraha es fundamentalmente una forma de resistencia no violenta basada en la verdad y la justicia. La verdad es el núcleo de Satyagraha. Gandhi creía que la verdad es una fuerza en sí misma y que la búsqueda de la verdad debe guiar todas las acciones. No se trata solo de la verdad factual, sino también de la verdad moral y espiritual. Ahimsa, o no violencia, es la aplicación práctica de la verdad. Gandhi sostenía que la violencia contradice la verdad, por lo que el satyagrahi (practicante de Satyagraha) debe evitar cualquier forma de violencia, incluso en pensamiento. La resistencia debe ser pasiva pero firme.

En lugar de fuerza física, Satyagraha utiliza la fuerza moral y espiritual. Gandhi veía esta fuerza como más poderosa y duradera que cualquier forma de coacción física. El satyagrahi está dispuesto a soportar el sufrimiento personal en lugar de infligir daño a otro. Este sufrimiento se acepta como una forma de purificación y como una manera de exponer la injusticia al mundo.

Involucra la negativa a obedecer leyes o mandatos que se consideran injustos. La desobediencia civil es una forma de protesta pacífica que busca cambiar las leyes o las políticas opresivas. Gandhi insistía en que incluso aquellos que están en contra del satyagraha deben ser amados y tratados con compasión, buscando su transformación más que su derrota. El cambio a través de Satyagraha no es inmediato. Requiere una paciencia inquebrantable y una perseverancia a largo plazo, confiando en que la verdad prevalecerá. Los métodos del Satyagraha incluyen marchas pacíficas, huelgas de hambre, boicots y negociación.

La protesta duró siete años, un tiempo en el que miles de indios fueron encarcelados, azotados, o incluso, fusilados, y puso en una delicada situación internacional al Gobierno sudafricano que se vio obligado a negociar una solución con Gandhi.

En 1915, Gandhi regresó a la India y, tras intentar fundar un periódico y volver a la abogacía, pronto se convirtió en un líder prominente del movimiento de independencia. Promovió el Swaraj (autogobierno) y la autonomía económica a través de movimientos como el de Khadi (promoción del telar manual para boicotear textiles británicos) y la Marcha de la Sal, una protesta contra el monopolio británico sobre la sal.

La Marcha de la Sal, también conocida en inglés como Salt March, Salt Satyagraha, Dandi March o Dandi Satyagraha, fue una acción de desobediencia civil no violenta y uno de los eventos más significativos en la lucha por la independencia de la India.

La India británica tenía un monopolio sobre la producción y venta de sal, cobrando un impuesto sobre este producto esencial. Violar este monopolio era un delito, lo que afectaba especialmente a los más pobres, ya que la sal era vital para la preservación de los alimentos. Gandhi eligió el impuesto a la sal como el foco de su campaña de desobediencia civil debido a su impacto universal en la población india, sin distinción de casta, religión o clase.

La marcha comenzó el 12 de marzo de 1930 desde el Ashram Sabarmati cerca de Ahmedabad, en Gujarat, con Gandhi y un grupo inicial de aproximadamente 78 seguidores. El trayecto fue de unos 390 kilómetros hasta llegar a Dandi, una aldea en la costa del Mar Arábigo, el 6 de abril de 1930. A lo largo del camino, la marcha atrajo a miles de personas, volviéndose un movimiento de masas. Al llegar a Dandi, Gandhi recogió un puñado de sal del suelo, desafíando abiertamente el monopolio británico. Este acto simbólico fue el inicio de un boicot masivo contra la sal británica en todo el país.

La respuesta británica fue la detención de más de 60,000 personas, incluyendo a Gandhi, por violar las leyes sobre la sal. Sin embargo, la presión internacional y la resistencia continua obligaron al gobierno británico a negociar.

En marzo de 1931, Gandhi fue liberado, y se llegó a un acuerdo con el Virrey de la India, Lord Irwin. Este pacto permitió a los indios recolectar y vender sal para uso personal y participó en la Conferencia de la Mesa Redonda en Londres, aunque no se resolvieron todas las demandas indias.

La Marcha de la Sal marcó un punto de inflexión en el movimiento por la independencia de la India. Elevó la moral de los indios, mostró el poder de la resistencia no violenta y puso en evidencia la brutalidad del régimen británico frente al mundo. Además, inspiró a movimientos de resistencia y derechos civiles por todo el planeta, demostrando la eficacia de la desobediencia civil pacífica. Ha sido reconocida como un momento definitorio en la historia india, similar al Motín del Té de Boston en la historia de Estados Unidos, simbolizando la lucha por la libertad y la justicia social.

Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, Gandhi ve una forma de presionar a los británicos para conseguir la independencia del país. De tal forma, y estando al frente del Partido del Congreso que se había alzado con el poder tras la dimisión en bloque de todo el Parlamento, se niega a participar activamente en la guerra, lo que provoca una fuerte represión por parte de los británicos.

Gandhi y todo el Comité de Trabajo del Congreso es arrestado en 1942, encerrándole en el Palacio de Aga Khan en Pune, un capítulo terrible en el que verá morir a su secretario y a su mujer, además de sufrir un ataque grave de malaria. Precisamente la malaria será clave para su puesta en libertad, sabiendo el gobernador británico las consecuencias políticas que podría tener la muerte de Gandhi en la cárcel.

Terminada la guerra, Inglaterra acepta la independencia, lo que hace que Gandhi suspenda la lucha y se liberen unos 100.000 presos políticos. Eso sí, tampoco será fácil el acuerdo de paz. El Reino Unido era partidario de dividir en dos el país, creando una zona al norte para los musulmanes, y dejando el resto a los hindúes. Gandhi se opuso frontalmente, pero aún así no consiguió evitar la creación de Pakistán y Bangladesh.

El 30 de enero de 1948, y cuando se dirigía a rezar, Gandhi es asesinado en Nueva Delhi por Nathuram Godse, un militante nacionalista hindú que acusaba al político de debilitar al Gobierno al permitir la partición.

Godse, que ya había intentado terminar con Gandhi en dos ocasiones, se acercó entre la multitud que saludaba al líder descerrajándole tres tiros a poca distancia, lo que costaba la vida al político. Cuenta la leyenda que las últimas palabras de Gandhi fueron “Hey, Rama”, en referencia a la encarnación del dios Visnú. Estas palabras quedaron escritas en el monumento que se le dedicó en Nueva Delhi.

La muerte de Gandhi provoca una absoluta conmoción a nivel mundial, y será en 1964  cuando un español proponga una forma de recordarla cada año. Llorenç Vidal, un profesor y poeta mallorquín crea en ese año la asociación "Escuela de Cultura de Paz", que propone la creación de un día especial dedicado a la enseñanza de la no violencia y la paz en las escuelas. El objetivo era educar a las nuevas generaciones en principios de no violencia, tolerancia, solidaridad y respeto a los derechos humanos.

La primera celebración del Día Escolar de la No Violencia y la Paz tuvo lugar el 30 de enero de 1964. Inicialmente, la celebración fue de carácter local en España, pero con el tiempo se expandió gracias al trabajo de la Escuela de Cultura de Paz y otras organizaciones afines. En 1976, la UNESCO adoptó la "Declaración sobre la promoción entre la juventud de los ideales de paz, mutua comprensión y cooperación internacional", lo cual dio un impulso internacional a la idea.

Aunque no es una celebración oficial en todas partes, el Día Escolar de la No Violencia y la Paz ha sido adoptado por muchas escuelas y comunidades alrededor del mundo, especialmente en países de habla hispana. Se realizan diversas actividades educativas y culturales que promueven los valores de paz y no violencia.

En este día, las escuelas organizan actividades como debates, talleres, exposiciones, concursos literarios, y actos de reflexión. La intención es que los estudiantes reflexionen sobre la importancia de la paz, la no violencia y el respeto mutuo.

A pesar de celebrarse desde 1964, habrá que esperar a la muerte de Franco para que el Ministerio de Educación reconozca este día. Así el primer DENIP estatal se celebrará en 1977, y no será hasta 1993 cuando la UNESCO lo reconozca formalmente.

La razón hay que encontrarla en la decisión tomada por la ONU en 1982, que decidió celebrar el Día Internacional de la Paz el 21 de septiembre, coincidiendo con el inicio de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas.

 

Samuel Román

eltelescopiodigital.com