El 8-M se institucionaliza tras un año de ausencia

Las marchas multitudinarias dejan paso a actos menos numerosos

 

Después de la polémica marcha del 8 de marzo de 2020, había curiosidad por ver cómo regresaba el movimiento feminista tras dos años de ausencia, y lo cierto es que la decisión de sus organizadores ha sorprendido. Así, lo que nació como un movimiento callejero de reivindicación popular, que incluso organizó una huelga feminista, ha optado por la institucionalización convocando menos manifestaciones y menos multitudinarias y más eventos de otro tipo como conciertos, charlas y homenajes.

Y es que el cambio social que ha provocado los dos años de epidemia también ha llegado a las feministas. Tras la multitudinaria manifestación de 2020 y los actos descentralizados de 2021, en este 2022 vuelven a las calles, pero de una forma distinta. Por ejemplo, la gran manifestación de Madrid se divide en dos mientras que las del resto de municipios aún no están confirmadas.

Lo que sí está confirmado son los actos institucionales en ayuntamientos, comunidades y el Gobierno; y entre estos actos institucionales hay uno que destaca especialmente, pues el Wizink Center de Madrid acogerá, en pleno 8 de marzo, un gran homenaje a Rocío Jurado y a las mujeres organizado por Rocío Carrasco. El de Madrid será el acto central pero no el único, pues los municipios volverán a salir a la calle para recordar que el feminismo sigue vivo.

Y es que, que sus principales valedores estén en el Gobierno no le ha sentado nada bien a la marea morada. Así si en 2018 el movimiento feminista alcanzó su máxima repercusión social con una huelga y tomando las calles de las ciudades, desde la victoria del PSOE las cosas no han ido igual.

El 8-M de 2019 consiguió la máxima afluencia en la manifestación de Madrid cifrada por la policía en unas 300.000 personas, y por los organizadores en más de un millón. En 2020 la amenaza del coronavirus deslució la convocatoria, a pesar de la participación de buena parte del Gobierno; y en 2021 la Comisión 8M se enfrentó abiertamente a Delegación de Gobierno por prohibirles la manifestación de Madrid mientras que en el resto de España sí se estaban haciendo.

Así las cosas, a 2022 el feminismo llega dividido y es que la aprobación de la ley Trans ha roto por la mitad el movimiento, lo que se evidenciará en las calles de Madrid con dos manifestaciones simultáneas, la organizada por la Comisión 8M, y la puesta en marcha por el Movimiento Feminista de Madrid.

Y es que a día de hoy son más las cosas que las separan que las que las unen. Lejos queda la sororidad de 2018, y en su lugar afloran las diferencias entre un feminismo radical y otro de clase. Así la abolición de la prostitución y la aprobación de la ley Trans son los elementos que han distanciado a las dos patas del movimiento.

En concreto las feministas clásicas, con Carmen Calvo a la cabeza, están abiertamente en contra de la ley Trans, pues creen que pone en peligro la pureza del movimiento. Además buscan la abolición de la prostitución, algo en lo que sus compañeras no están de acuerdo.

Precisamente es la prostitución el elemento que van a utilizar los dos bloques en sus reivindicaciones de este año. El movimiento Feminista de Madrid llevará como lema “el feminismo es abolicionista”, mientras que la Comisión 8M desfilará bajo la pancarta “derechos para todas, todos los días”.

 

Samuel Román
eltelescopiodigital.com