¡Paremos el tráfico de especies de una vez por todas!

 

 

La Policía de Tailandia asaltó y decomisó un convoy de 4 camiones cargados con 48 lemures, más de 1000 tortugas, cocodrilos y otros 30 primates; animales protegidos que iban a ser vendidos ilegalmente como mascotas.


Un ejemplo más del tráfico de especies que cada día sucede en todos los rincones del mundo. Un millón de animales y plantas están en peligro de extinción y el tráfico de especies se ha convertido en la mayor amenaza para la supervivencia muchas de ellas.

 


SALUD INTEGRAL


 

 
Elefantes, rinocerontes, tigres, leopardos de las nieves, jaguares o leones se encuentran al borde de la desaparición por la codicia humana y, si no actuamos ya, las futuras generaciones sólo podrán verlos en zoos o como fotos en los libros de historia.

 

 
UN NEGOCIO CRUEL Y LUCRATIVO PARAS LAS MAFIAS

 
Cada año, el negocio de la extinción mueve entre 8000 y 20 000 millones de euros, pero está mucho menos perseguido que el tráfico de armas, de personas y drogas. Eso favorece la acción de furtivos y poderosas mafias que se lucran de este sucio crimen contra la naturaleza que enriquece a unos pocos, pero en el que perdemos todos.


Fruto de esa impunidad muchas especies protegidas son acosadas, capturadas y cazadas, troceadas y traficadas, llevando a la extinción a las más codiciadas.

 

 

¿CÓMO DETENER EL NEGOCIO DE LA EXTINCIÓN?

 

Cada año los mercados ilegales trafican con 1,5 millones de aves vivas y 440.000 toneladas de plantas medicinales. Y España es un punto caliente y la puerta de entrada a Europa de gran parte del tráfico ilegal de especies procedente de África y América.


En la última década más de un millón de pangolines fueron capturados y vendidos por sus escamas. Miles de caballitos de mar son secados para la medicina oriental y ofrecidos a turistas como souvenires. Las tortugas carey son troceadas, los guacamayos y jilgueros secuestrados y enjaulados. Y, tras asesinar a sus familias, las crías de orangutanes, perezosos, gorilas y chimpancés quedan huérfanas y son vendidas como mascotas; la mayoría muere en el traslado y adaptación al cautiverio.


Cada 15 minutos un elefante es asesinado para arrancarle sus colmillos de marfil y, cada año, más de 1000 rinos, cientos de leopardos de las nieves y unos 100 tigres son sacrificados para traficar con sus cuernos, huesos y piel.


Protegerlos se ha convertido en una profesión de alto riesgo, solo en la última década, casi un millar de guardaparques han sido asesinados defendiendo a elefantes, rinocerontes y otras especies contra los cazadores furtivos.

 

 

MÁS DE 60 AÑOS LUCHANDO SIN DESCANSO CONTRA EL TRÁFICO DE ESPECIES

 

Gracias al apoyo de nuestras socias y socios en todo el mundo, en WWF trabajamos sin descanso para poner fin a esta barbarie. Protegemos a los animales más icónicos y amenazados, y cuidamos sus hogares. 

 

  • Creamos espacios protegidos y formamos a los guardas de las reservas y a los técnicos de las aduanas.

  • Impulsamos la creación del Convenio CITES, que regula el comercio mundial de especies amenazadas y protegidas y hemos puesto en marcha la red TRAFFIC que vigila el comercio ilegal en mercados y fronteras.


¡Debemos actuar ya! Podemos parar la hemorragia que destruye la vida en nuestro maravilloso planeta pero... 

 

¡El momento de actuar es ahora!

 

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