Más de la mitad de los españoles alquilan porque no tienen otra opción
A pesar de que históricamente España ha sido siempre un país de propietarios, durante los últimos años la demanda de viviendas de alquiler se ha disparado. Tal es así que, según los datos a los que ha accedido el comparador de seguros y finanzas Acierto.com, hoy son más de 3,4 millones de hogares los que viven de alquiler, un 3,3% más que el año anterior.
La inestabilidad económica –agravada por la crisis del coronavirus–, la falta de ahorro, el encarecimiento del mercado y otros factores han llevado a muchos inquilinos a prolongar el alquiler más de lo deseado, incluso a pesar de los precios. En concreto, solo el año pasado el alquiler representó, de media, el 51% de los ingresos brutos mensuales de los españoles. Un coste que se eleva especialmente en Baleares, Madrid, Cataluña y Canarias.
Asimismo, más de la mitad de los españoles que alquilan lo hacen porque no pueden comprar una vivienda (9 de cada 10 lo haría si tuviera esta posibilidad). La situación se acentúa entre los jóvenes y en los grandes núcleos urbanos, donde la demanda y los precios obligan a muchos de ellos a compartir.
Problemas frecuentes entre inquilinos
A la espera de la aprobación de la nueva ley de la vivienda (las últimas informaciones indican que no se aprobará hasta el tercer trimestre del 2022), no son los únicos problemas con los que se encuentran los arrendatarios. Es el caso de las comisiones que muchas agencias repercuten directamente sobre el inquilino sin previo pacto con el propietario de la vivienda..
Algo similar ocurre con las devoluciones de fianzas, donde son pocos los casos que llegan al juzgado, pues el inquilino prefiere perder el dinero que iniciar un proceso legal. Las averías, que entren a robar en el piso durante la estancia, etcétera, son otras posibles situaciones a las que se enfrentan. En estos casos y centrándonos en las necesidades concretas de los inquilinos, es posible contratar un seguro de hogar específico.
Cómo es un seguro de hogar para inquilinos
“Lo más recomendable es contratar un producto que cubra estas posibles situaciones”, apunta Acierto.com. Por eso, dos de las coberturas más interesantes de este tipo de seguro son las de Responsabilidad Civil y la Defensa Jurídica. Esta primera cubrirá los daños causados a terceros. En cuanto a la defensa jurídica, es especialmente útil en casos de incumplimiento del contrato por parte del arrendador, y en otras situaciones como las referidas a la fianza (el seguro nos indicará cómo proceder).
También es clave tener protegido el contenido, porque se cubre la reposición de bienes y los daños materiales que genere el siniestro. Aquí hay que tener en cuenta que, si se tienen objetos de valor (por encima de los 2.000 euros), hay que declararlos específicamente en la póliza. Algunas compañías también amplían la garantía de robo al exterior de la vivienda, es decir, en caso de atraco en la calle, la aseguradora ofrece una indemnización hasta el límite pactado en la póliza. Los daños por agua y los eléctricos también suelen estar cubiertos. No ocurre lo mismo, por regla general, con la defensa en caso de desahucio.