Madrid pondrá en marcha el pasaporte inmunitario a finales de mes
Volcará al sistema europeo la información de la Tarjeta Sanitaria
La Comunidad de Madrid tendrá disponible a finales de este mes de junio el Certificado Verde Digital de Vacunación frente al COVID-19 conforme a los criterios establecidos por la Unión Europea (UE) y en consonancia con la estrategia establecida en España. Por ello, se van a destinar 224.479,20 euros para el desarrollo informático y volcado de la información conforme a los parámetros europeos.
Si bien el estado de vacunación ya consta en la Tarjeta Sanitaria Virtual de la Comunidad de Madrid, el nuevo Certificado Verde Digital, cuya implantación ha sido aprobada hoy por el Consejo de Gobierno en funciones, homologa la información a lo establecido por la UE y permitirá garantizar la movilidad y seguridad de los madrileños en sus desplazamientos nacionales e internacionales.
A través la Tarjeta Sanitaria Virtual de la Comunidad de Madrid, los ciudadanos pueden consultar los datos relativos a la inmunización por vacunación, así como las pruebas diagnósticas realizadas por COVID-19, como PCR o antígenos, realizadas en la red pública y en laboratorios privados. También permite el enlace con la aplicación de autocitación para solicitar la primera cita de vacunación frente al COVID-19.
La Tarjeta Sanitaria Virtual, que cuenta con más de 400.000 descargas de los madrileños, posibilita la identificación del paciente en los centros sanitarios del Servicio Madrileño de Salud, así como la recogida de la medicación prescrita en las oficinas de farmacia gracias a la receta electrónica, las notificaciones de disponibilidad de los fármacos con visado y el enlace a la app de citación para Atención Primaria y Hospitalaria. Los ciudadanos también disponen del número de teléfono gratuito 900 102 112, donde se le informa de cómo actuar para las dudas relacionadas con el coronavirus.
El Consejo de Gobierno en funciones de la Comunidad de Madrid ha sido informado de la tramitación, con carácter de emergencia como consecuencia de la situación creada por el coronavirus, de la contratación de pruebas y test para la detección del COVID-19 en los hospitales del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS) y pruebas serológicas de detección de anticuerpos. Para la realización de las 260.580 pruebas previstas se ha aprobado un gasto de 10.559.940 euros.
El contrato contempla un total de 170.280 pruebas moleculares de detección de virus Sars-Cov-2 (PCR) y 90.300 determinaciones de tipo serológico ELISA/CLIA, y supone prorrogar hasta el 30 de junio de 2021 la labor que ya se venía llevando a cabo desde el pasado 1 de enero.
Desde el inicio de la pandemia generada por el coronavirus, y hasta el 31 de mayo de 2021, en la Comunidad de Madrid se han efectuado un total de 8.295.492 pruebas. De ellas, 4.560.899 han sido de tipo PCR; 3.121.969 correspondían a pruebas rápidas de detección Ag; y 912.624 eran serologías de alto rendimiento para la detección de anticuerpos.
Además, se ha aprobado la compra de 500 millones de guantes de nitrilo de protección persona, con el objeto de mantener la reserva estratégica de material frente al COVID-19. Esta compra centralizada, dentro del acuerdo marco del Sistema Nacional de Salud, supone un desembolso de 49.750.000 euros entre las anualidades de 2021 y 2022 a razón de 24.0875.000 euros cada año.
La Comunidad de Madrid va a realizar un nuevo reparto de mascarillas quirúrgicas y gel hidroalcohólico entre entidades sin ánimo de lucro, que realicen actividades de ocio y tiempo libre con niños, adolescentes y jóvenes durante este verano. En total se repartirán 100.000 mascarillas y 2.000 litros de gel para incrementar la protección de la salud y seguridad de estos colectivos frente al COVID-19.
Con esta iniciativa, el Gobierno regional pretende facilitar al máximo el desarrollo de estas actividades durante el verano por parte de las entidades promotoras y organizadoras. En este sentido, podrán solicitar este material las entidades que realicen tanto programas con manutención y pernocta, como campamentos, campos de voluntariado, acampadas y programas de conciliación; también actividades que no impliquen dormir fuera de casa, como es el caso de las escuelas de verano, talleres, marchas, campamentos urbanos y programas de conciliación.
Entre los requisitos para solicitar el material higiénico-sanitario, las organizaciones deberán carecer de ánimo de lucro y, entre sus fines y actividades, se incluirá la promoción, la formación y/o la integración de la infancia y la juventud. Además, tendrán que desarrollar su actividad y tener su sede -o delegación- en la Comunidad de Madrid y estar legalmente constituidas.
Para recibir los elementos de protección para estas actividades, las entidades tendrán que realizar su solicitud de forma online, entre los días 31 de mayo y 11 de junio. La distribución se hará del 14 al 25 de junio, de lunes a viernes, de 9:00 a 14:00 h, en el Espacio Joven 14-30, ubicado en la calle Ronda del Sur, 143 de Madrid. Las mascarillas se repartirán en paquetes de 50 o 100 unidades y los geles en botellas individuales de 100 ml.
La distribución de material de protección en proyectos de ocio y tiempo libre juvenil para combatir la pandemia se realizó por primera vez el año pasado, con el reparto de 50.000 mascarillas y 2.000 litros de gel. A esta actuación, que tuvo gran acogida, se suman otros proyectos puestos en marcha por el Ejecutivo madrileño, como la actualización de la Guía para la organización de actividades de ocio y tiempo libre durante el COVID-19, tras la finalización del Estado de alarma, para afrontar la actividad en verano con todas las garantías.
Asimismo, la Comunidad de Madrid ha retomado los campamentos juveniles de verano con nuevas medidas para evitar los contagios por el COVID-19 y realizando test de detección de antígenos a los participantes –monitores y jóvenes- antes de emprender el viaje.
Para más información, las personas interesadas pueden llamar al teléfono 91 543 74 12. Los detalles se facilitarán en la página web www.comunidad.madrid/servicios/juventud/covid-19-te-ayudamos, así como en las redes sociales (Twitter, Instagram y Facebook: @juventudcmadrid).
El Grupo de Trabajo Multidisciplinar (GTM), que asesora al Ministerio de Ciencia e Innovación y apoya al Gobierno en materias científicas relacionadas con el COVID-19 y sus consecuencias futuras, presenta un nuevo informe en el que identifica y describe los distintos equipos autónomos para la limpieza del aire existentes y los sensores para el control de la transmisión de SARS-COV-2 por aerosoles.
El GTM explica que para minimizar el riesgo de contagio, hay que reducir la cantidad de virus presente en el aire, o potencialmente presente. El informe recuerda "la acumulación de evidencias científicas que avalan la vía de transmisión del SARS-CoV-2 por aerosoles", por lo que el objetivo debe ser "reducir al máximo la cantidad de aerosoles exhalados por las personas que se encuentran en un espacio con el aire compartido y que otras personas puedan respirar". En este sentido, el GTM detalla cómo se consigue reducir la exhalación de aerosoles: a) reemplazando el aire interior por aire exterior, mediante ventilación natural o mecánica; b) filtrando el aire, mediante equipos autónomos (los denominados limpiadores de aire) o mediante filtros en el sistema central de aire acondicionado.
El grupo de investigadores explica que la filtración "es el sistema más eficaz y sin efectos secundarios para la eliminación de virus presentes en el aire". En este sentido, subraya que numerosos estudios "han demostrado que el muestreo por filtración, con cualquier tipo de filtro, no acumula virus con propiedades viables (infectivas), ya que el flujo de aire deseca los aerosoles retenidos y termina por eliminar su viabilidad. Por tanto, un filtro HEPA en un equipo limpiador retiene el virus y lo inactiva con muy alta probabilidad sin necesidad de germicidas".
Respecto al uso de ultravioleta germicida, el GM resalta que es un "sistema eficaz, pero el diseño, la instalación y el mantenimiento de esta tecnología son complejos. Si se usan estos sistemas, se deben instalar en el techo, donde son más eficaces que en los conductos. En cuanto a otras tecnologías que inactivan al virus, como la dispersión de desinfectantes en el aire (ozono, peróxido de hidrógeno, ácido hipocloroso o alcohol) no son recomendables, ya que producen las mismas reacciones químicas con el virus que con nuestro aparato respiratorio, por lo que estos sistemas "tienen efectos negativos comprobados o potenciales sobre la salud humana y deben evitarse por el principio de precaución".
El GTM recuerda que "ni la ventilación ni el uso de las tecnologías de limpieza de aire, suplen en ningún momento la necesidad de utilizar mascarillas y de respetar la distancia física y las normas de higiene en espacios públicos (como mantener distancias entre comensales en un restaurante). En todo caso, el orden de prioridad en la actuación sobre el medio aéreo (aparte del control en la persona) sería, en primer lugar, la ventilación (natural o mecánica), en segundo lugar, la filtración de aire (mediante equipos de climatización) y, en tercer lugar, el empleo de equipos autónomos de tecnologías de limpieza de aire (especialmente los basados en filtración de aire).
El GTM recomienda "el uso de sensores de gases de bajo coste (entre 100 y 200 euros) que permiten conocer la cantidad de aire exhalado por personas en un espacio interior, que está directamente relacionada con la potencial presencia de virus en el aire. Se trata de los sensores de CO2 con tecnología de infrarrojo no dispersivo (NDIR, Non-dispersive infrared). Estos sensores funcionan correcta y rápidamente (1 minuto) y constituyen la mejor aproximación de la que se dispone ahora mismo", por lo que su uso "en ambientes interiores de pública concurrencia, como restaurantes, bares, comercios, centros comerciales, gimnasios, aulas, etc. es muy recomendable para garantizar la calidad del aire tanto para empleados como para clientes".
A este respecto, el informe puntualiza que es muy importante "tener en cuenta que estos sensores son muy útiles para controlar y asegurar proporciones de ventilación adecuadas, pero no para controlar la eficacia de filtración en espacios donde no debe aplicarse la ventilación o no hay posibilidad de aplicarla, ya que el aire filtrado se recircula y acumula CO2 exhalado".
Sobre la opción de biosensores capaces de detectar selectivamente la presencia del virus SARS-CoV-2 en el aire en tiempo real, el GTM explica que aunque se está haciendo un gran esfuerzo investigador y de financiación al desarrollo de estas tecnologías desde hace tiempo (por ejemplo, por razones de bioterrorismo), aunque "su coste actual es muy alto y no hay evaluaciones independientes revisadas por pares de su funcionamiento en condiciones reales, más allá de las aportadas por la propia empresa que los comercializa". Además, prosigue, conseguir que este tipo de biosensores "funcionen en el mundo real con bajos límites de detección es un gran reto debido a su elevada complejidad técnica. Esto se debe a que las técnicas utilizadas hasta ahora para la detección no son específicas para cada virus, sino para detectar bio-componentes determinados que pueden estar presentes, no solo en los virus, sino también en bacterias, hongos y polen, los cuales además están en concentraciones muy superiores a los virus".
El informe hace una profusa descripción de las tecnologías de limpieza de aire y de los sensores (de detección de virus en el aire, de aerosoles o de CO2) y analiza las acciones de regulación de mercado y seguridad de uso por usuarios de equipos de limpieza de aire.
Fuente: eltelescopiodigital.com