Localizan diez parejas de aguiluchos en peligro de extinción
Según los forestales, la población se ha reducido un 50% en pocos años
La Comunidad de Madrid, a través del Cuerpo de Agentes Forestales y colaboración con los agricultores de nuestra región y varias ONGs, colabora activamente en la protección y conservación de la fauna agrícola amenazada de peligro extinción. Sus esfuerzos se concentran en los aguiluchos ibéricos, tanto el aguilucho cenizo -Circus pygargus- como el pálido -Circus cyaneus-, dos rapaces en una situación de grave peligro, ya que sus poblaciones han sufrido un descenso del 50% en los últimos años.
Se trata de dos especies que se reproducen en la Comunidad de Madrid. Instalan sus nidos en el suelo, dentro de campos de cultivo, especialmente de cereal de secano (trigo o cebada). Su éxito reproductor está estrechamente ligado a las condiciones ambientales y meteorológicas de la zona, la cosecha del cereal y la depredación entre otros factores.
En la mayoría de las temporadas agrícolas, la cosecha del cereal tiene lugar antes de que los pollos de aguiluchos hayan sido capaces de volar para salir de sus nidos para moverse a zonas seguras y protegerse de las cuchillas de las cosechadoras.
Por esa razón, los agentes forestales realizan un seguimiento de estas especies con el fin de colaborar en su conservación. Durante la presente temporada, en la comarca forestal 5 -Bustarviejo, Valdemanco, La Cabrera, El Berrueco, Patones, Navalafuente, Cabanillas, Redueña, Torrelaguna, Torremocha de Jarama, Venturada, Guadalix de la Sierra, Pedrezuela, El Vellón, San Agustín del Guadalix y El Molar- se han localizado diez parejas, nueve de aguilucho cenizo y una de aguilucho pálido, y se ha actuado directamente sobre ocho nidos, en los que ha sido necesario instalar un vallado protector. Gracias a este trabajo de control de esta especie, la tasa de vuelo obtenida este año ha sido del 100%, con un total de 14 pollos.
Se requieren muchas horas de vigilancia y observación para la localización de nidos, contacto directo con los agricultores de la zona, protección con vallados de los nidos con objetivo de salvaguardar la vida de estas especies amenazadas. En estos últimos años el número total de pollos que han volado al final de cada temporada ha sido de 118 aguiluchos.
Es importante destacar la colaboración por parte de los agricultores a la hora de la comunicación y protección de las parcelas de su propiedad donde se localizan los nidos, así como la participación de ONGs como Terra Naturalis, Red de Montañas, GREFA, ÁLULA y Seo-Sierra Norte.
La Comunidad de Madrid ha conseguido reducir en Metro de Madrid un 26% la huella de carbono durante 2019, lo que supone que ha dejado de emitir 44.450,6 toneladas de emisiones de CO2 equivalente respecto al ejercicio anterior. La mayor disminución se ha registrado en las emisiones derivadas de los consumos eléctricos, con una bajada del 28%.
De esta forma, la compañía ha revalidado, por segundo año consecutivo, la certificación de su huella de carbono de acuerdo con la Norma UNE-EN ISO 14.064-1, contabilizando las emisiones indirectas además de las directas y de los consumos eléctricos, tanto en alta como en baja tensión.
La huella de carbono de Metro mide las emisiones que se emiten como consecuencia de la prestación del servicio teniendo en cuenta toda la actividad derivada del funcionamiento de los trenes, estaciones, subestaciones, depósitos y talleres, el consumo eléctrico en baja y alta tensión y las emisiones derivadas del consumo de agua, del desplazamiento de los empleados, las emisiones de los principales proveedores y la gestión y el transporte de residuos.
El valor total del Inventario de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero de Metro de Madrid en el año 2019 fue de 126.557,994 toneladas de CO2 equivalente, frente a las 171.008,59 toneladas del año anterior.
Según estos cálculos, un ciudadano que viaja en Metro contamina una media de 4,9 veces menos que si lo hace en su vehículo privado, tomando como referencia un vehículo promedio sin diferenciación de combustible y con una ocupación de 1,3 pasajeros.
La unidad de referencia utilizada para contextualizar el valor de la huella de carbono de Metro como prestador del servicio de transporte es el viajero/kilómetro. Como en 2019 se realizaron 677.476.027 viajes con una distancia media por viaje de 6,673 kilómetros, las emisiones por unidad de referencia fueron de 27,99 gramos de CO2 equivalente por viajero/kilómetro.
Desde 2018, Metro de Madrid cuenta con el sello oficial del Registro de la Oficina Española de Cambio Climático, que confirma que la compañía trabaja para conocer sus emisiones como paso previo para poder reducirlas y demuestra su compromiso con el medio ambiente.
Metro va a solicitar el registro del cálculo correspondiente al año 2019 ante la Oficina Española de Cambio Climático en las próximas semanas. Previamente, tendrá que concluir el diseño de un plan de reducción de emisiones para este año 2020, requisito imprescindible para poder optar a la inscripción.
Fuente: eltelescopiodigital.com