Salva al lince del crimen ambiental
Salvemos a nuestro lince
Estos días celebramos el Día Internacional del Lince Ibérico y desde WWF lanzamos un SOS para seguir trabajando por su recuperación y alejarlo definitivamente de la extinción.
El caso del lince ibérico demuestra que es posible salvar a una especie de la extinción con un trabajo continuado y el apoyo de nuestras socias y socios. En poco más de dos décadas, gracias al esfuerzo coordinado entre muchas entidades y ONG como WWF, hemos multiplicado por 18 su población: de los escasos 94 ejemplares que sobrevivían en 2002 hemos pasado a los 1.668 censados en 2023.
Un gran éxito de conservación que puede verse en peligro por los atropellos de linces o crímenes ambientales como la caza furtiva o el uso ilegal de trampas y venenos.
100 linces mueren cada año por la acción humana
El lince ibérico sigue amenazado por la falta de conejos (su alimento clave), la pérdida de sus hábitats y el aislamiento de sus poblaciones por infraestructuras, líneas de tren y carreteras que son barreras infranqueables y trampas mortales para los jóvenes linces en dispersión.
Cada año mueren en España cerca de 100 linces atropellados y víctimas de crímenes ambientales como la caza furtiva y el uso de venenos o trampas ilegales. Solo en los últimos años (y que se haya podido registrar) han muerto 15 linces por disparos de cazadores, 2 por envenenamiento y 8 en trampas.
Y la mayoría de estos crímenes ambientales quedan impunes o no se llegan a identificar, ya que solo se detectan un 10% de las muertes de linces por estas causas, de las que apenas un 7% llegan a ser juzgadas.
Objetivo: Salvar a nuestro lince ibérico
Hace 60 años contribuimos a comprar la finca donde se fundó la Estación Biológica de Doñana, acción clave para conservar uno de sus últimos refugios. Desde entonces y gracias al apoyo de nuestras socias y socios, en WWF hemos realizado censos y decenas de proyectos sobre el terreno, marcajes con GPS para conocer sus necesidades y amenazas y hemos ayudado a las administraciones para protegerlo.
Impulsamos su cría en cautividad y reintroducción, restauramos sus hábitats perdidos, repoblamos sus áreas clave con conejos sanos, nos oponemos a nuevas infraestructuras con trazados que amenazan sus últimos refugios, identificamos los puntos negros en carreteras donde mueren atropellados y luchamos para corregirlos.
Además, en la lucha contra estos crímenes ambientales, presentamos denuncias para que no queden impunes, ponemos en marcha actuaciones para aumentar la detección temprana y coordinamos acciones de formación a agentes medioambientales.
¡Ayúdanos a recuperar a nuestro lince ibérico de donde nunca debió faltar!