Redes Sociales: La vida que no vives

La revista especializada en mujeres, estarguapas.com, habla sobre los problemas de las redes sociales y la vida que intentan aparentar la gente

Cuando hablamos de red social, lo que viene a la mente en primer lugar son sitios como Facebook, Twitter o aplicaciones como TikTok e Instagram, típicos de la actualidad.

Portales de información donde los usuarios suelen publicar sus formas de vida, ya sean fotos en la playa, como una foto de lo que has comido hoy. A día de hoy cualquier persona joven se ha sumergido entre las distintas plataformas más populares, donde la mayoría han realizado alguna publicación, y donde muchos a día de hoy, narran sus vidas a través de sus publicaciones, para hacerles llegar a sus seguidores que bien viven

¿Pero cuanta verdad tienen estas publicaciones?

La mayoría de la gente comparte una versión idealizada de sí mismos en las redes sociales, eligiendo sólo las mejores imágenes, experiencias y pensamientos que compartir con el mundo. El postureo en redes sociales enseña lo mejor de cada persona, un cuerpo perfecto, unas facciones equilibradas y una forma de vida envidiable. Y creer que todo esto es verdad tiene consecuencias más graves de lo que pensamos. Un estudio entre nuestros seguidores de estarguapas.com mostró que los usuarios que publican contenido real en sus redes y se muestran tal y como son tienen una mayor autoestima y gestionan mejor el estrés o episodios de ansiedad. Mientras que la gente que se centra en subir solo contenido, acaba agobiada por no poder subir una foto, o que directamente salga mal en la foto y ya no la quiera subir.

Pero hay influencers de Instagram que han llevado este concepto al extremo. Bombardean a sus seguidores con imágenes tan lejos de la realidad que siembran la duda en sus mentes, llevándolos a intentar conseguir estándares de belleza irreales, destruyendo su autoestima y salud mental. Los problemas crecen si hablamos de los adolescentes.

Esas fotos «perfectas» de famosos que ves en Instagram están muy lejos de ser lo que aparentan

Se ha dado el caso de personas que acuden a operarse, pidiendo los labios y ojos de sus actores favoritos, y les tienen que explicar que cada persona es distinta, la anatomía por tanto también lo es y por tanto la valoración de cada paciente ha de ser completamente individualizada.

¿Hasta dónde llegaremos?

Cada vez es más normal ver fotos editadas y llenas de filtros, sobre todo en los más jóvenes, que quieren dar una imagen suya que no es, o fotos de lugares donde nos quieren hacer pensar en la buena vida que tienen y en todo lo que viajan, pero es todo mentira.

En mi opinión, el mayor problema de Instagram es la necesidad constante de validación. De conseguir la mejor foto, ya nadie se para 1 minuto a observar el paisaje, sacan foto, la suben y ya está, a conseguir el mayor número de “me gusta”.

La paradoja es que, aunque el objetivo de las redes sociales es conectarnos, parece que cada vez estamos más desconectados de la realidad. Muchas de las personas que nos siguen ni siquiera son nuestros amigos reales, así que deberíamos pensar si su validación es realmente importante para nosotros. Deberíamos volver a reconectar de vez en cuando con la vida real, a disfrutar del momento presente, y sobre todo, a priorizar las cosas que verdaderamente son importantes.