No, no nos hemos vuelto locos

¿Por qué lanzamos rocas gigantes al fondo del mar?

 

Esto es lo que hemos tenido que hacer para evitar que sigan arrasando nuestros mares. Si esto pasa en zonas controladas, imagina lo que la pesca industrial está haciendo en alta mar, que es tierra de nadie.

No es la primera vez, ni la segunda y, lamentablemente, quizá no sea la última. En Greenpeace llevamos ya varios años arrojando grandes moles de granito desde nuestros barcos para que se hundan hasta el fondo marino. ¿Por qué? Pues porque es una forma muy efectiva de blindar de manera inmediata y segura algunas Áreas Marinas Protegidas contra los grandes buques arrastreros. De esta forma, sus redes no pueden arrastrar el lecho marino, arrasando con todo a su paso y destruyendo hábitats enteros, ya que se quedarían enganchadas en estas enormes piedras.

Este método de pesca no solo pone en peligro la salud a largo plazo de las poblaciones de peces, invertebrados y corales de profundidad, también pone en peligro a las comunidades pesqueras locales, cuyos métodos de pesca sostenibles no pueden competir con una extracción tan intensa.


SALUD INTEGRAL


Por supuesto, para garantizar la protección de estas zonas y la seguridad, anotamos y comunicamos la ubicación exacta de estos bloques, de manera que los buques sepan dónde están y no puedan superar sus líneas. Aunque en realidad esos barcos de pesca industrial ya no deberían faenar ahí, puesto que estas áreas están oficialmente reconocidas como protegidas, pero eran explotadas antes de nuestra intervención. En esta ocasión, hemos instalado una barrera protectora de 200 kilómetros frente a las costas de Cornualles, en Reino Unido.

Solo en los últimos 18 meses, barcos de pesca industrial han pasado cerca de 19.000 horas pescando dentro de esta área. Nuestra nueva barrera de rocas asegurará que una de las partes más explotadas de esta Área Marina Protegida esté fuera del alcance de la pesca de arrastre de fondo.

Pero, ¿esto es legal? La justicia británica nos ha dado la razón y considera que Greenpeace actuaba para proteger el medio ambiente marino. Para nosotros, este tipo de acciones son ya el último recurso. Preferiríamos que los gobiernos hicieran su trabajo para proteger nuestros océanos, pero siguen sin darle la importancia que tiene. Por eso hemos decidido tomar cartas en el asunto.

Acciones como esta solo son posibles gracias al apoyo de nuestros socios y socias, que nos permiten ser 100% independientes y no poner en compromiso la integridad de nuestras campañas.

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