El treparriscos

 

Esta ave es una de las más enigmáticas y escasas que habitan en nuestro país

 

 

Pero no solo eso: es también una de las más espectaculares, y ha sido elegida Ave del Año 2025 de SEO/BirdLife.

Hablamos del treparriscos,  un pequeño pájaro que causa fascinación por sus alas redondeadas de color carmín y por su vuelo ondulado y errático, como el de una mariposa.
 
Un ave que, a pesar de tener un aspecto inconfundible, es extremadamente difícil de ver. ¿La razón? Vive en las cimas más altas de nuestras montañas. De hecho, casi siempre ocupa paredones entre los 2.200 y los 3.000 metros de altitud.
 
Que esta especie se haya adaptado a un hábitat tan inaccesible es algo increíble. Pero también es algo que complica su estudio. Y que ahora, además, pone en riesgo su supervivencia.

 


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Al ser tan difícil de detectar, hay muchas incógnitas sobre su estado de conservación, pero todo apunta a que su población en nuestra península es muy escasa: apenas unos 1.200-1.800 individuos reproductores, distribuidos entre la Cordillera Cantábrica y los Pirineos.
 
Lo peor de todo es que estas cifras podrían reducirse aún más.
 
El cambio climático está afectando a las condiciones de su hábitat. Y a esto se suman las actividades de barranquismo, las vías ferratas o los proyectos vinculados a las estaciones de esquí, que también están fragmentando su territorio.
 
No es casualidad que el treparriscos sea el Ave del Año: estamos en un momento decisivo para su conservación, y necesitamos toda la ayuda posible.
 
Con una aportación de 30 céntimos al día nos permitiría incrementar el estudio científico de la especie, colaborar con federaciones de montañismo y escalada y desarrollar un proyecto de ciencia ciudadana. ¿Te unes a la bandada?

 

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