Cuenta atrás para el delfín de río

SALVA AL DELFIN DE RÍO

 

Pocos animales acuáticos tan inteligentes, juguetones y simpáticos como los delfines. Como indicadores naturales de la calidad de las aguas donde viven, su descenso poblacional y desaparición son claros síntomas de la crisis de salud de nuestro planeta.

Así, según el Informe Planeta Vivo 2022 de WWF, en el último medio siglo, el delfín rosado del río Amazonas ha perdido el 65% de sus poblaciones.

 

TERMÓMETROS DE LA SALUD FLUVIAL

La mayoría de los delfines vive en mares templados y tropicales, pero unos pocos se han atrevido y adaptado a nadar contracorriente en algunos grandes estuarios, deltas y ríos asiáticos y sudamericanos, encontrando su hogar en las aguas dulces y salobres.

Los delfines de río son un excelente termómetro de la salud de las grandes arterias del planeta y, ajenos a su inquietante futuro, surfean, dan saltos y cabriolas; y, con su cuerpo hidrodinámico similar a un torpedo, nadan y bucean a gran velocidad.


SALUD INTEGRAL


 

EN LA LISTA ROJA 

Sin embargo, están seriamente amenazados. Viven en un frágil equilibrio con muchas amenazas: degradación y pérdida de su hogar, construcción de diques y presas que fragmentan sus poblaciones y dificultan su reproducción y movimientos.

Son víctimas de la contaminación por vertidos industriales y metales pesados como el mercurio por la minería ilegal (extracción de oro), por plásticos y vertidos asociados a prospecciones y explotaciones petrolíferas.

Como sus primos marinos, son muy sensibles a la contaminación acústica del tráfico marítimo, colisionan con embarcaciones y quedan atrapados de forma accidental en redes de pesca.

Extinguido el baiji chino del río Yangtsé (el último fue visto en 2007), aún nos quedan el boto o delfín rosado de los ríos Amazonas y Orinoco que, además de tener la piel rosada, con sus 2,8 m y 180 kilos es el delfín fluvial más grande del mundo; el tucuxi y la franciscana o delfín del Plata que nadan en aguas dulces y oceánicas sudamericanas.

Gracias al esfuerzo de WWF, el delfín del Indo ha protagonizado en Pakistán una de las más exitosas historias de conservación, aumentado de 1.200 a casi 2.000 en los últimos 20 años. Además, 3.000 delfines del Ganges nadan en ríos de India, Bangladés y Nepal; menos de 300 delfines del Irawadi sobreviven en el río Mekong y otros cauces de Camboya, Indonesia y Myanmar; y hay unas 1.000 marsopas chinas sin aleta o cerdos del Yangtze (China).

 

LUCHAMOS POR SU CONSERVACIÓN

Desde hace más de 30 años y gracias al apoyo de nuestras socias y socios, en WWF protegemos a nuestros aliados fluviales. Mediante acuerdos con pescadores y comunidades locales promovemos la pesca sostenible y la creación de áreas protegidas y corredores biológicos para cuidarlos. Luchamos contra la contaminación y desarrollamos campañas de sensibilizacióny conservación que incluyen censos, vigilancia con drones, marcaje y seguimiento vía satélite.

Formamos a los pescadores para recuperar y liberar a delfines atrapados en redes, y creamos grupos de rescate en áreas clave. Así nuestro programa de respuesta de emergencia para delfines del Indo, que cuenta con una ambulancia para delfines, ya ha rescatado a 150 delfines en canales de riego pakistaníes.

Pero aún corren un grave riesgo como demuestra la desaparición de más de la mitad de los delfines de río amazónicos. No podemos bajar la guardia y debemos seguir luchando para lograr la salvación de todas las especies.

No permitas que desaparezcan. Únete a nuestra defensa de las grandes arterias del planeta y en la conservación de sus últimos delfines fluviales.

¡PROTÉGELOS!

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