¿Cada cuánto has de bañar a tu gato?
La higiene es una de las reglas básicas para una buena convivencia. También con animales. Por eso muchas personas se cuestionan cómo y cada cuánto lavar a sus animales de compañía. Pero las medidas de higiene no son las mismas para todos.
En el caso de los gatos, ni es necesario bañarlos ni les gusta el baño. A los gatos les disgusta el agua, pero saben de sobra cómo mantenerse bien limpios, por si solos, así que esa es la recomendación más básica para mantener la higiene de los felinos en perfecto estado sin incordiar al animal ni martirizarle: no bañarles.
No hace falta bañarlos como a los perros. Me hace mucha gracia porque mucha gente viene a la consulta con cachorros de gato con la misma pregunta: ¿puedo bañarlos? ¿Pero para qué? ¡Si ya se lavan solos! Los gatos son animales extremadamente pulcros. Baño no, pero necesidad de velar por su higiene, sí, porque hay otras formas de cuidar su aseo. Y algunas excepciones y consejos importantes que es necesario saber o aprender.
Porque deba descartarse el baño no significa que quien sea el responsable de un gato pueda desentenderse de su higiene. Cepillar al felino de forma regular es una forma fácil y sencilla para mantenerle limpio, de un modo parecido a como se hace con los perros.
Otro factor clave para entender las necesidades de higiene de los gatos es que salen poco –algunos directamente no pisan la calle–, en especial cuando se trata de animales que viven en entornos domésticos urbanos. Y esta es una gran diferencia respecto a los perros, que deben salir a diario a pasear a la calle.
¿Pero qué hacer si el gato se ha ensuciado? Aunque los gatos rehúyen el baño, el agua y el jabón, y no es necesario para nada forzarles, en algunas situaciones excepcionales puede ser que el animal se haya manchado y necesite una buena limpieza. ¿Qué hacer, por ejemplo, si el gato aparece en casa, después de una escapada a la calle, lleno de barro? ¿O si se ha ensuciado de pintura porque ha caído dentro de un bote y él solo no es capaz de limpiarse? La paciencia y la limpieza en seco será en estos casos la forma más efectiva de dejar su pelaje en buenas condiciones.
En el mercado hay champús en seco también para gatos que pueden ser una buena ayuda en estas circunstancias excepcionales, o en el caso de gatos que están en semi libertad, con constantes entradas y salidas, y se ensucian más de lo habitual.
En todo caso, lo que tienen claro los expertos es que a los gatos no se les puede bañar a la fuerza, y si no quieren que les bañemos, por sucio que estén, no podremos hacerlo. No debemos bañarle a la fuerza; y convencerle, como puedes hacer con un perro, no es fácil en el caso del gato; lo que puedes es acostumbrarle de pequeño.
Los gatos, por lo general, establecen sus propias reglas en cuanto a la higiene, aunque la relación de cada propietario con su mascota es diferente. Hay gatos que sienten curiosidad por cómo se mueve el agua corriente, pero nada tiene eso que ver con ponerse bajo el agua, enjabonarse y secarse. El secado es precisamente uno de los procesos más complicados si se le baña por el miedo que provoca al felino el ruido del secador.
Una buena alternativa para realizar una limpieza de partes concretas, y en especial para determinadas razas como los gatos persas, son las toallas higiénicas para felinos. Los pliegues que tienen por debajo de los ojos, o la limpieza de las orejas, por ejemplo, se pueden realizar con estas toallas de aseo para mascotas. Pero ¡ojo!; No se deben utilizar toallitas de higiene para niños porque llevan mucho jabón, dejan residuos en el pelo y pueden provocar problemas en la piel del animal, o intoxicaciones si luego se lamen.
En todo caso, si se les baña en casa, es importante no utilizar el mismo champú que utilizamos nosotros, ya que no es adecuado para el pH de su piel, distinto al de los humanos. El pH de las personas es de 5,5, y los champús y jabones lo igualan para que sea adecuado para el cuidado de la piel humana. El de los gatos es un pH de 7.
Lau Lagun